Un muro, un viejito y una gran lección
Alguna vez has pensado: juepucha en que me metí? 🫠
Este es uno de esos casos.
Bienvenido a mi Fonade Ph ☘️
En el año 2021, luego de terminar mi primer proyecto de interiorismo como independiente,me llamaron para hacer el diseño de un espacio que tenían disponible y querían darle una segunda vida.
Ojo a esto, una segunda vida. Osea ya había tenido más vidas.
Cuando lo recorrí por primera vez no pude evitar pensar en todas las historias que posiblemente habían pasado en este lugar. Era hora de crear más.
Diseñe el espacio pensando en que funcionara como un espacio de conexión, de encuentro y de esparcimiento.
Luego de aprobado, venía la otra parte: ejecutarlo. Nunca había tenido la oportunidad de dirigir un proyecto de esas características, ni parecido.
Mi experiencia era un apartamento y ya jaja. Pero obvio dije que si, que tan diferente puede ser.
La experiencia estuvo lleno de momentos “humildes” jajaja muchas veces no sabía lo que estaba haciendo. Recuerdo tanto que al ser la interventora tenía que hacer los requisitos de Seguridad y Salud en el trabajo, jajaja me toco llamar a una amiga 5 minutos antes de la reunión !!! Porque ajá no era un documento solo para enviar, no no, no, era una reunión en donde yo lo tenía que presentar. (Me asombró mi capacidad de trabajar sobre presión jajaja), finalmente todo salió bien.
Fue un proyecto lleno de historias, las risas no faltaron, pero hay un momento en particular que wow hizo la diferencia, ahí conocí a Don Efrain, un viejito encantador, a quien la administración me había recomendado diciéndome que era la persona ideal para realizar el cambio de películas de la ventanería. Un día nos sentamos a hablar porque yo veía que se desenvolvía perfectamente en el edificio, si ese de 37 pisos. Me contó que hace mas de 50 años, fue él quien instaló las ventanas originales de la fachada, él estuvo durante la construcción del edificio y fue su primer proyecto grande, me sentí identificada jaja.
Toda esa información me dió una idea. Me hacia falta un muro, uno que no tenía nada y le hacia falta todo. Bajé a la administración y pregunté si de casualidad tenían algunas fotos antiguas del edificio. Wow, no tenían una, tenían un álbum completo y los negativos de todo el proceso de construcción del edificio. Me senté y elegimos las más significativas, la enviamos a revelar, imprimir y enmarcar.
Hoy toda esa historia pasada de la que hacen parte todas aquellas personas que pusieron su granito de arena para la construcción del edificio, así como Don Efraín y ahora yo, hacen parte del muro de la fama como lo llamé yo.
Me llevé lagrimas, alegrías, sustos y demás emociones que se pueden presentar al dar el paso hacia la valentía de asumir retos para los cuales creí no estar preparada, cuando en realidad solo estaba más que lista.
Nati
Te presento a Don Efraín
El muro de la fama
El equipo 1
El equipo 2